E.G.B. EN LA CASA GRANDE

ACUARELAS DEL RECUERDO
(Ernesto Trenado Fuentes)

No podía dejar pasar la oportunidad de congratularme con nuestro querido Colegio en su Centenario, pues, como tantos almadenenses, soy un legado suyo. Asimismo, quiero enviar, a través de un imaginario catalizador de emociones, un saludo fraterno a la totalidad de ex­-alumnos que fuimos y somos “Hijos de Obreros” habiendo encaminado la larga andadura del “Arte de sus Escuelas”.
Estas líneas, que para muchos pueden parecer comunes, necias y reiterativas, son mis momentos y mis días, letras llenas de mi realidad que solo describen mi sentir, mi energía, mis imágenes... Acuarelas de recuerdos que despiertan mi nostalgia. Es como abrir de golpe la cerrada tapa del generoso arcón y, a través de una mirada diferente, encontrarnos con aquellos juguetes olvidados, aquellos libros usados, el primer poema de amor...con los compañeros de la promoción del 61 que, por un segundo, ponen en duda mi actual mundo con sus risas adolescentes. Ojalá pudieran todos ellos leer estos comentarios sobre las luces y las sombras de un valioso trecho de nuestras vidas, en especial aquellos que se olvidaron de mí.

Ya sabéis que los recuerdos suelen sorprendernos y, a veces, nos golpean hasta hacernos llorar. En esta ocasión, los recuerdos me acarician, me besan, me seducen, e inventan el placer fantaseado de cada enigma arrinconado en la biblioteca de mi mente.

Ahora que peino canas y, en mi añoranza, evoco dorados episodios ennoblecidos por la pátina del tiempo, entiendo que ser los primeros en algo conlleva cierto sentido del deber y la responsabilidad; pero no ocurría lo mismo en el distante curso del 72, cuando estrenamos la nueva enseñanza de E.G.B. (Educación General Básica), perteneciente a la Ley General de Educación de 1970. Con 12 años por todo bagaje, como mucho, y eso haciendo alarde de madurez prematura, nos juzgaríamos más responsables y un algo audaces al recordar aquella frase perdida entre los renglones de cierto libro de historia: “En la antigüedad, eran respetados y apreciados los primeros guerreros que se lanzaban a la batalla.” Y casi, casi, como tales guerreros atávicos nos vimos nosotros, pioneros del cambio, al iniciar 6º curso de E.G.B.

La nueva ley, pretendía hacer una mejora en la enseñanza y que los alumnos de ciclos superiores asumieran la responsabilidad de formar parte de ella.
En los sucesivos años cursaríamos 7º y 8º, siendo los herederos de los muy reputados “chicos del Preu” con la implícita, lógica y espontánea adjetivación de los “chicos del COU”.


Ya por aquel entonces, nuestro preciado Colegio mostraba signos inequívocos de un deterioro progresivo. Las viejas aulas por muchos olvidadas, de muros proféticos y desdentados, se debatían entre el natural envejecimiento y el abandono pasivo, fruto quizá de ciertos elitismos del pasado. Curiosamente, tal declive material no iba en detrimento del intelectual, sino todo lo contrario; no olvidemos que, desde su inauguración allá por 1908, las “Escuelas de Artes” han seguido fieles a su ideario: La educación no solo es un fin, sino también un medio para lograr una vida productiva satisfactoria, y esto es la mejor inversión para preservar la “salud” de un País.
Con tales premisas, la conclusión era obvia: las primitivas aulas fueron desestimadas al no concurrir en ellas las mínimas condiciones para albergar nuestro erudito afán, y si bien es cierto que se iniciaron las obras para la construcción de un nuevo edificio, el actual de primaria, realmente urgía una solución.
¡Eureka! Debió de exclamar el émulo de Einstein al vislumbrar la solución entre brumas neuronales. La Mina había cedido a las “Escuelas de Arte” un edificio de severidad herreriana, diseñado como emplazamiento de oficinas, a horcajadas entre la Avenida de España y las calles de Waldo Ferrer y Cuenca; y mientras las casas de viviendas se entretenían en gestos conocidos, las paredes grises, silenciosas y dogmáticas de la “Casa Grande”, que por tal apelativo era conocida, convertían el plano de la alineación en todo un acontecimiento urbano. Resumiendo, la Casa Grande, cuya austeridad e indiferencia no renunciaba a un sutil y evidente refinamiento, nos dio “cobijo” educo-cultural a los briosos iniciáticos de 6º, 7º y 8º de E.G.B.

Aún siendo dispares y significativos los acontecimientos, no acabaron aquí nuestras aventuras, venturas y desventuras, puesto que, lo que en promociones anteriores fue quimera, en la nuestra se hizo realidad: ¡Las clases mixtas! Y, desde entonces, las infantiles manos, nerviosas y apuradas, aprendieron a “sumar” bajo los libros de texto.

Como el antiguo edificio de oficinas no disponía de patios, fue necesario capacitar una de las amplias salas como diario preámbulo que, más tarde, se desperezaría con el recreo mañanero.En aquellos descansos compartidos, jugaba un papel muy activo la propia personalidad en la búsqueda de una afición que requiriera algo más que simples normas aplicadas mecánicamente; por lo que, además de los iniciales juegos de carreras y de escondidas en los armarios, allí se forjaban incruentas luchas, enredos juveniles y algún que otro escarceo amoroso que, tal como venía, se iba, pues había que volver a empezar el eterno juego.

He estado sopesando la utilidad de las apreciaciones contradictorias y pasionales sobre nuestros profesores y, al final, me inclino por las de aquel niño/adolescente que fui.
Creo que el binomio teoría/práctica fue equilibrado. También creo que, en el 6º curso, nos resultaba fácil leer y no muy difícil estudiar, pero que lo hacíamos cuando nos daba la gana. Recuerdo que Dña. Felisa trataba de enriquecernos con su didáctica de la Expresión Plástica, al tiempo que ingeniaba inverosímiles manualidades dignas de mejor causa que nuestros despistados cerebros. Con D. Cirilo amé las matemáticas a pesar de que, en ocasiones, mientras él se afanaba en el encerado por hacernos comprensibles los enigmas de los Conjuntos, con sus Uniones e Intersecciones, nosotros nos aplicábamos en despejar la incógnita de aquellos ojos de niña, ebrios de noche, y de mirada única en busca de un reflejo.
Si a veces soy capaz de esbozar sencillas estrofas o hilvanar frases coherentes y atinadas, se lo debo a D. Teófilo y a D. Ángel; y si fui consciente de las habilidades cognitivas específicas, que crearon mi conciencia hasta el punto de hacer mi comportamiento y actividad diferentes a las de nuestros ancestros trogloditas, fue “culpa” de Dña. Paula y D. Aurelio.
El frío de aquellas mañanas pretéritas, no conseguía enervar las tibias manos de Doña Pilar mientras acariciaban cabezas despeinadas. Tanto ella como D. Francisco, profesores de Ciencias Naturales, tenían la facultad de acallar el desmedido griterío con sus serenas explicaciones sobre vertebrados e invertebrados, cordados, planetas, demografía y reproducción, etc., etc., etc. Y, lo más importante, entre lección y lección aprendimos a leer la ternura en sus ojos.
D. Manuel Villasalero, haciendo honor a su apellido, nos seducía con la jerga polifónica: armoniosos acordes con sabor a galletas y bocadillos de morcilla. Días de “vino y rosas” en que nuestro Coro quedó clasificado en primer lugar durante la celebración de cierto concurso navideño de ámbito nacional. ¿Recordáis que en el Colegio existía el hábito, precepto no escrito, del regalo de reyes para cada alumno? Pues bien, en aquel curso del 72, los Reyes Magos, “histriónicos y pasotas” en el decir de algunos, no se “escacharraron” demasiado el “coco” y nos dejaron en los pupitres un idéntico regalo: la Flauta dulce. Poco después, hubimos de convenir en lo acertado de los obsequios, tanto por su utilidad, como por el placer que nos proporcionaron. D. Manuel, en su sapiencia, logró que empeñáramos el alma en cada corchea, logrando tal dominio en graves y agudos, tanta belleza con tan tristes notas, que fuimos el “plato fuerte” de viajes y concursos, ganándonos a pulso el merecido apelativo de “Los Niños de la Flauta”.
Las monótonas tardes tras los cristales machadianos, fueron matizadas a veces por sutiles e ingeniosos toques de inspiración: espontáneos los unos -¿Recuerdas, Toni, las nerviosas perlas plateadas que formaban arabescos alrededor de los restos de tu fragmentado bote de mercurio?-, premeditados los otros -Disculpe, D. Francisco, mi granujienta, y sin embargo cariñosa, sonrisa al rememorar sus clases de 8º, pero coincidirá conmigo en la originalidad que implica el pegar con chicle notitas en su chaqueta, para que las recibiera el compañero destinatario sin que usted lo advirtiera. Benditas travesuras que la relajación disciplinar nos permitió disfrutar, lejos, al fin, del pensamiento autócrata: “Hay que partir de los golpes para crear armonía”.
Ojos fijos, de leves parpadeos, escrutan, a través de los exhaustos ventanales, el gran teatro del mundo. Se alza el telón y surge la vivaz patulea de estudiantes del Instituto Pablo Ruiz Picasso; muchachos solidarios y optimistas cuyo lema es: ¡Rechaza la duda existencial! ¡Tómate tu tiempo, pero adquiere el hábito de sonreír, de estar alegre, de ser feliz! Y, en un alarde inverosímil, intentamos adivinar las alturas de las faldas.Las clases comenzaban a animarse con las teatrales ocurrencias de D. Ovidio, nuestro excelente profesor de inglés. Inolvidables sus estentóreos gritos de invocación al célebre pajarraco del momento, cada vez que omitíamos el verbo to do: ¡Mátales Turu! O sus esperpénticas demandas de auxilio cada vez que se nos resistía la lección. Pero, compañeros, conseguía su propósito de captar nuestra atención haciendo ameno lo arduo y, en su sapiencia, ganar nuestras voluntades.

Ved que intento escribir de forma lenta, pausada, sosegada, gradual y flemática, para no olvidar ninguno de aquellos momentos gratos compartidos con mis compañeros/amigos, a quienes llevo en el recuerdo.
Naturalmente, las limitaciones de la Casa Grande para la ejercitación somàtica, suponían el obligado traslado a los patios del querido Colegio cada vez que acontecía realizar la saludable práctica de la Educación Física con D. Antonio. Y henos alegres camino de los “Carriles”, hoy avenida de la Libertad. Al instante, parte del grupo comenzaba a rezagarse minimizando los riesgos y, en un abrir y cerrar de ojos, las menudas figuras zigzagueaban veloces hacia los jardincillos de Waldo Ferrer y calles adyacentes a la plaza de toros donde, en el variopinto ambiente, se embriagaban de los olores que colmaban el entorno: el peculiar tufo a matanza, el indeleble aroma de la jara y la encina ardiendo recias desde primeras horas de la madrugada en que se encendían las concienzudas lumbres...
Rematando la azarosa mañana, y atraídos por los destellos del bien surtido carrito de cacahuetes, pirulíes, garbanzos tostaos y pipas, con que Diomàn tentaba nuestros vehementes paladares, tanteábamos las triviales faltriqueras en busca de alguna pesetuela perdida entre las costuras.
Llegábamos a las Escuelas de Arte “maltrechos” y “diezmados”. Nuestro familiar Colegio vínculo de generaciones, un Colegio vivo, que respira, que lucha contra el anquilosamiento y se resiste a perder su impronta, nos abre sus puertas y, por fin, nuestra mirada descansa perezosa en la serenidad balsámica del jardín. Una serenidad sin tiempo, tan clara como si no tuviera elección. No nos hablaba solamente de un reputado presente, sino también de un futuro difícil e inquieto pero feliz. Mi natural modestia me impide enumerar los logros conseguidos en las distintas actividades deportivas, pero pongo por testigo de nuestra calidad intrínseca, a los innumerables pueblos de la provincia que sucumbieron a nuestro empuje.

En las inmemoriales verbenas de las Escuelas de Arte, el universo conspiraba para hacer realidad los sueños de Almadén. La música jugaba al escondite entre las moreras y dormía en los pretiles de las fuentes. En las noches brujas del verano efímero, más que oír la música escuchábamos el silencio, embriagándonos con los perfumes de la brisa desnuda. Mirábamos el cielo y escogíamos la estrella más linda para regalarla a la niña, “princesa” del primer amor, que, sin dudarlo, aparecería en cualquier momento. Noches de feria, de rodeo, de trigo, noches en que la luna, con roja bata de cola, danzaba por peteneras al compás suave de pausados giros. Niños de azúcar y besos de canela envueltos en suspiros...

Sospecho que, con la edad, huyeron mis privilegios, pero de aquellas verbenas pervive un adagio que vaticiné mientras enterraba mi soledad bajo las moreras del patio: “Cuando no encontréis sentido a la vida, mirad las estrellas y fijaos en la más brillante; sentiros parte esencial del Universo, respirando, amando, viviendo... Porque, ni el universo en su grandeza, podría ser el mismo sin vosotros.

Me siento satisfecho y afortunado de mi paso por las clases de nuestra Alma Máter. Ojalá esta experiencia trascienda el tiempo, y se sigan trasmitiendo de padres a hijos el cariño y las ganas de formar parte de la rica historia del Colegio. Ojalá que su alargada sombra nos cobije cuando notemos el amargo sabor de una lágrima recordando al compañero que se hizo eterno porque partió prematuramente.Gracias “Escuelas de Arte”, gracias “Hijos de Obreros” por hacerme quien soy; gracias por haberme rodeado de gente tan entrañable; y gracias por la avalancha de recuerdos que, al escribir, envuelven mi cabeza.
Acallo los nostálgicos sueños del crepúsculo vacío que nos separa y cierro el álbum de retratos en sepia... Deseo haberos trasportado, a través del viento de mi memoria, hasta la mirada infinita de nuestra esencia. Ernesto Trenado Fuentes, un gran amigo, persona con mucho arte literario, que nos ha apoyado siempre en todo momento en esta iniciativa nuestra de rememorar la historia de la Escuela de Artes , le convencimos para que relatara el inicio de E.G.B. en la Casa Grande (nuestra promoción), gracias a las conversaciones, anécdotas y pequeñas cosas que le hemos contado sobre ello, se ha considerado uno más de nosotros, describiendo perfectamente y relatando los hechos con sutil armonía y delicadeza resultando un cuadro bellísimo a todo color, con esas pinceladas de estilo propio, envolviendo la mente del lector y resurgiendo esos recuerdos añorados.


Gracias Ernesto.

GRANDES INVENTOS


Una de las características que diferencian al hombre como ser racional o como "homo sapiens" de los demás seres de la creación, es su capacidad de lograr inventos. Desde los comienzos de la aparición del hombre, éste se ha esforzado por realizar elementos que hagan más fáciles algunas tareas, o que resuelvan problemáticas que se les presentaban y a las que había que buscarles una solución.
Los primeros inventos fueron elementos realizados en piedra, toscos y rústicos, los que fueron evolucionando a través de los tiempos. La invención más grande -según mi punto de vista- que ha logrado el hombre desde sus comienzos, antes de la documentación histórica, es el sistema de signos para comunicarse: el lenguaje.
La mente humana fue capaz de inventar un código para comunicarse con sus semejantes, y a la vez, de lograr en esa máquina que es el cerebro del hombre, recibir el mensaje y decodificarlo. Este invento en el que interviene el proceso mental, pues es allí donde se genera, es el máximo exponente de lo que nos diferencia de los animales.
Entre los grandes científicos e inventores se podrían citar, a riesgo de olvidar a algún famoso investigador, a Ericsson, Fleming, Curie, Bell, Edison, Selden, Franklin, Zeppelin, Colt, Thompson, y muchos más, pero uno de los pioneros de todos los inventos modernos fue el gran Leonardo Da Vinci; y su importancia no está tanto en sus invenciones de un confuso helicóptero o un boceto de submarino que quizás no se hubiera sumergido; sino que Leonardo es grande porque inauguró la metodología de la ciencia moderna, y en este sentido es el pionero de todas las invenciones hechas después de él.
Él enseñó que a la naturaleza debe mirársela sistemáticamente y debe ser investigada con ojos curiosos, porque "la sabiduría es hija de la experiencia" y el hombre puede modificar las cosas a través de la proyección y creación de instrumentos mecánicos.



La imprenta




El gran logro de Gutenberg fue el desarrollo de un método que permitió fundir letras con dimensiones precisas , la fecha aproximada de dicho invento fue el año 1450, este avance en la impresión contribuyó sin duda de forma decisiva a la aceptación inmediata del libro impreso como sustituto del libro manuscrito. A los libros impresos antes de 1501 se los conoce como los incunables.
Su primera obra impresa con este sistema fue la Biblia. La invención de Gutenberg fue acompañada de la fabricación del papel. En el período comprendido entre 1450 y 1500 se imprimieron más de 6.000 obras diferentes. El número de imprentas aumentó rápidamente durante esos años. A partir de allí, fueron cambiando las prensas primitivas, pasaron a automatizarse las máquinas de imprimir, así como a la par fue evolucionando la fabricación y producción de papeles . Hacia 1800, los avances en el mundo de la impresión hicieron hincapié en aumentar la velocidad.

El telegrafo
El telégrafo eléctrico fue el primer medio que tuvo rapidez en las comunicaciones, dejando de lado las distancias geográficas para lograr una comunicación instantánea, que fue la base de toda la evolución posterior de las telecomunicaciones.
Ya se habían experimentado antecedentes del telégrafo rudimentario en el siglo XVII. En el siglo siguiente, varios físicos experimentaron con cables submarinos, y telégrafos de agujas, para lograr una comunicación rápida que reemplazara los sistemas que hasta ese momento se manejaban con palomas mensajeras y personas-correos. Pero estos antecedentes resultaron ser pruebas.
Iniciado el siglo XIX, aparece uno de los primeros fotógrafos estadounidenses y reconocido pintor de cuadros que había retratado al presidente estadounidense James Monroe; este pintor fue Samuel Morse, nacido en Charlestown, Massachuset, el 27 de abril de 1791. En cierta oportunidad, Morse trabajaba en un retrato al General Lafayette en Washington, y su esposa falleció en Connecticut.
La noticia le llegó a Morse siete días después. Ese período de su vida fue el que lo decidió a lograr hacer realidad la comunicación sin barreras de espacio ni de tiempo entre distintos puntos de la tierra.
Comenzó a interesarse en Europa por descubrimientos como el electroimán, y las bases científicas del electromagnetismo, por lo que al regresar a los EEUU, se dedicó a desarrollar el telégrafo eléctrico, ayudado por algunos científicos de su tiempo y cuestionado por otros. Lo cierto es que se hizo realidad.
Fue ayudado por Henry y por Alfred Vail, éste último colaboró en el desarrollo del manipulador telegráfico, para realizar el código Morse que se usa hasta la actualidad.
En él se emplean dos señales eléctricas: una corta (punto) y otra larga (raya). Las letras del alfabeto de este código Morse son todas resultantes de una combinación distinta cada una, de esos puntos y rayas.
La S se representa por tres puntos
La O se representa por tres rayas
Así es que el conocido mensaje . . . _ _ _ . . . era el envío de pedido de socorro (SOS) o: Save Our Souls
Y la primera línea telegráfica que unió Baltimore con Nueva York fue inaugurada en 1844. Y el éxito rápidamente coronó el invento y se extendió por todo el mundo. Ya en 1850 se intentaba extender un cable submarino que uniera a Inglaterra y Francia. El cable submarino a través del Atlántico fue una tarea mucho más ardua. Muchas tentativas infructuosas se sucedieron hasta que se logró unir las dos márgenes del Océano en 1866.

El telefono
Alexander Bell (U.S.A. 1876)


La radio


La radio consiste en la emisión y recepción del sonido a través de ondas electromagnéticas; este es el mecanismo que permite el funcionamiento de la tan popular radio de nuestro hogar y automóvil.
Al igual que con muchos inventos, es difícil señalar quién inventó la radio. Este aparato electrónico, al igual que muchos, se desarrolló con aportes de diversos científicos y técnicos, que entregaron su grano de arena para que se lograra construir.
Pero para investigar y determinar, quién inventó la radio, primero debemos hablar sobre las ondas electromagnéticas. Estas ondas, son las que permiten, que la voz y el sonido, viajen por el aire y se trasladen desde una fuente emisora, hasta una base receptora.
Estas ondas electromagnéticas, fueron investigadas por primera vez, por un científico británico, a fines del siglo XIX. Estamos hablando de James Clerk Maxwell.
Estos trabajos fueron, pocos años después, confirmadas por Rudolf Hertz. Quién vio en ellas, algo aún más grande. Estas ondas electromagnéticas, podían ser reformuladas, con lo que se lograba una ecuación de onda. Es así, como se llega a la conclusión, que estas ondas electromagnéticas, viajan a una gran velocidad, con lo cual se da paso a poder transmitir sonido, por medio de ellas. Ya que con aquella velocidad, se podría transmitir sonidos a distancias lejanas, sin tener problemas de tiempo en cuanto a la recepción de los mismos.
Los pasos dados por Hertz y Maxwell, cimentaron lo que después sería la radio. Sin sus investigaciones, no hubiera sido posible, en su época, el haber logrado transmitir frecuencias radiales. Es por lo mismo, que decimos que es difícil señalar quién inventó la radio. Ya que son varias las personas quienes ayudaron en su desarrollo.
Más complejo se vuelve el escenario, con el devenir de los años. Ya que luego de las investigaciones de Hertz y Maxwell, a los pocos años, tres personas diferentes, en distintos países, lograron transmitir ondas radiales.
Estamos hablando de Alexander Popov en Rusia. Nicolás Tesla en los Estados Unidos y Guillermo Marconi, en el Reino Unido. Quien fue el primero en patentar la radio como tal. Aparte, que no demoró mucho, en comenzar a comercializarla. Claro que en ciertos países europeos, fue rechaza la patente adquirida por Marconi, ya que era conocido que el ruso Popov, había desarrollado anteriormente, un emisor y receptor de ondas radiales.
Alexander Popov por su parte, logró en 1896, transmitir el primer mensaje en Rusia, entre dos edificios de la Universidad de San Petersburgo.
Por su parte, Marconi comenzaba con la comercialización de los receptores radiales. Abrió una fábrica para ello, en el Reino Unido.
Nicolás Telsa, logró antes que los otros precursores , transmitir un mensaje y que este fuera captado por un receptor. Telsa intentó patentar su creación en los Estados Unidos, aparte de varios adelantos que fue desarrollando, pero una vez otorgada, al poco tiempo fue retirada. Esto, ya que se le entregó a Marconi, debido a ciertas influencias que él poseía en aquellas tierras de América del Norte.
Como se puede ver, es casi imposible mencionar, quién realmente inventó la radio, ya que fue un esfuerzo múltiple, aunque no coordinado. Son diversas las personas que ayudaron a que se desarrollara la radio. Uno de los medios de comunicación, más creíbles o confiables, para las personas de la mayoría de los países del globo. Asimismo, la radio continúa siendo una fuente de compañía invaluable, tanto para las personas en su hogar, como en el trabajo.



La Música y los Instrumentos Musicales



Desde los orígenes de la civilización, el hombre primitivo comienza a utilizar la danza y las ceremonias religiosas, para rogar a los dioses que resulten fructíferos la caza y los cultivos. A la vez va elaborando las técnicas de los sonidos con los que se comenzaron a acompañar los ritos.
Cada cultura tuvo concepciones diferentes en la apreciación y valor de la música. Unos le daban valor totalmente humano mientras que otros querían comunicarse con los espíritus.
La música es melodía, es ritmo, es sonoridad, pero la escritura musical con un verdadero pentagrama, fue realizada por el monje italiano Guido d'Arezzo (990 - 1050), en el Siglo X. Este pentagrama constaba de cuatro líneas, empleaba claves y colores; y le puso los nombres a las notas musicales: do - re - mi - fa- sol - la - si a partir de las primeras sílabas de un texto latino.
En 1711 aparece el diapasón, inventado por el laudista inglés John Shore.
El metrónomo, utilizado para medir los tiempos, se cree que fue inventado por un amigo de Beethoven, el alemán Johnn Maetzel (1772 - 1832) quien lo patentó en 1816. A partir de 1988 se realizan metrónomos de cuarzo de mayor precisión.
El hombre comienza a cantar acompañándose con palmas y golpes con los pies.
Ya en el paleolítico superior comienzan a inventar los primeros instrumentos de percusión, llamados idiófonos de choque, entre los que se usaron bastoncitos de bambú que se golpeaban unos contra otros, cajas de resonancia que consistía en tablas batientes colocadas sobre un hoyo. Evolucionan hacia los idiófonos de percusión, como troncos huecos, o cañas o bambúes ahuecados. De aquí derivan los timbales, el xilofón, gongs y tam-tam. Algunos fueron incorporados a la música sinfónica, debido a su riqueza sonora. Por ejemplo el xilofón fue incorporado por Saint-Saëns en 1864 a la orquesta, en la interpretación de "La Danza Macabra"
Los instrumentos membranófonos son los antepasados del tambor, y nacen cuando a las cajas de resonancia se les agrega una membrana. Y sucesivamente, surgen los cordófonos y los aerófonos.
Entre los instrumentos cordófonos más antiguos, aparece la cítara (cítara de bambú de Madagascar, cítara de enrejado de la India) y el arpa, que deriva del antiguo arco musical y ya se lo encuentra entre los Sumerios y en Egipto alrededor del 3000 antes de Cristo. Primero fue el arco de tierra usado en África, formado por un mango con una membrana y enclavado en un hoyo del terreno. El arco de caja, reemplazó el hoyo por una caja de resonancia. Y de allí derivan las arpas clásicas. Sufrió modificaciones a través del tiempo, hasta la realización del arpa de doble movimiento, fabricada por el francés Sebastián Érard en 1801.
En el Siglo XVI apareció el clavicímbalo y en el Siglo XVIII, el piano, cuyo antecesor es el échequier, instrumento de cuerdas golpeadas.
El Clavicordio, llamado con este nombre a partir de 1631, tuvo su origen en el monocordio de Arquímedes (278-212 antes de Cristo).
El piano aparece en 1710, "el piano forte" realizado por Bartolomeo Cristofori, él mismo había realizado un clavicordio de pequeños martillos hacia 1698. Existe en el Metropolitan Museum de Nueva York un piano de éstos, de 1720.Se fueron perfeccionando a través del tiempo. Silbermann mejoró los martillos y J. A. Stein, en 1789 agregó los pedales. El francés Sebastián Érard en 1822 le agrega el escape doble, para permitir la repetición de la nota. Por ello hay quienes lo consideran el verdadero inventor de este instrumento.
El órgano tiene un origen antiguo, hacia el siglo III antes de Cristo, y los primeros se armaron a partir de una especie de flauta de pan provistas de bombas de aire que lo enviaban a los tubos (se los llamó hidraule). Hay varias teorías sobre su realizador. Una dice que fue el griego Ctésibios de Alejandría, mientras que otra sostiene que fue debido a Arquímedes en el 220 antes de Cristo.
En 1800 aparece el órgano de Barberi, usado para acompañar a músicos ambulantes. Diferente fue el "limonaire" inventado en 1880 por los hermanos Limonaire.
El violín nace entre los instrumentos de arco del medioevo, usado también en el Renacimiento. El violín como tal aparece en Francia en el año 1529. En Italia, en los siglos XVII y XVIII se los construye como obra de arte, y aparecen luthiers como Amati, y Stradivarius (posiblemente 1644-1737). Éste último construyó más de un millar de instrumentos. Él también fue quien en 1683 realizó el violonchelo que perduró hasta nuestros días.
Alrededor del año 1000 antes de Cristo aparece en Siria un instrumento llamado kettarah, pero sin mástil, aunque se supone que es el antecedente de la guitarra. La guitarra moderna fue creada por A. de Torres, laudista español. La guitarra eléctrica, ya en la era de los instrumentos eléctricos y electrónicos, nace en 1935, inventada por el estadounidente Rickenbacher, aunque en 1931 aparece una guitarra hawaiana: la Frying Pan o sartén. En 1947, Paúl Bigsby inventa el sistema de "vibrato" y le construye la primera guitarra de este tipo a Merle Travis. En 1978, el fabricante sueco Hagstron y el norteamericano Ampeg sacan al mercado la guitarra sintetizadora. En 1987 el francés Olivier Betticare patentó el micro intercambiable.
La flauta tiene sus orígenes en la prehistoria. En el medioevo se usaba en especial la flauta dulce y a partir del Siglo XVII, la flauta traversa o traversera, popularizada en esa época por los flautistas Hottetere de París. La flauta perfeccionada, y de metal es realizada por el alemán Theobald Böhm, en 1832, siendo flautista en la Capilla Real de Munich. En 1984 el francés Jacques Lefèvre inventa y presenta en Japón la flauta octobasse que registra dos octavas.
El corno también es muy antiguo. Los cazadores y los guerreros los usaban, sacándolos de los animales, los tallaban o adornaban, usaban el olifante o cuerno de elefante. En el siglo XVII se lo tomó en cuenta para integrar la orquesta y en 1815, el alemán Stölzel realizó un corno cromático de llaves, que perdura hasta nuestros días.
El Oboe era conocido en Egipto hacia el 2000 antes de Cristo. Provenía del aulos de doble lengüeta, invento que los griegos adjudicaban a los dioses (Apolo o Minerva).
El oboe actual fue perfeccionado en el Siglo XIX por Frédéric Triébert.
la trompeta era en sus comienzos recta. Se ha hallado un ejemplar que data del 2000 antes de Cristo.
En el Siglo XV se le dio una forma de S, pero recién se perfeccionó en 1815, cuando se fabricó la trompeta de llaves, que también se cree que la realizó el alemán Stölzel.
El clarinete es más cercano a nuestros días. Aunque proviene de antiguos instrumentos de Egipto antiguo, el arghoul, del aulos de Grecia y de los caramillos del siglo XVII. En Nuremberg, el alemán Jean-Christoph Denner, aproximadamente en 1700, lo inventó.
La armónica fue inventada en 1821 por el alemán Buschmann. La logró queriendo fabricar un instrumento para afinar pianos. En 1857, un fabricante de órganos, Mathías Hohner, agregó a su industria la fabricación de armónicas.
El acordeón actual fue inventado por el austríacoCuril Demián en 1829. Sus antecedentes son el sheng chino inventado -según cuentan ciertos textos- alrededor del 3000 antes de Cristo por la reina Nyu Wu.
El bandoneón , similar al acordeón pero de forma hexagonal, fue inventado por el alemán Heinrich Band en 1850. Es utilizado como esencia de la música de tango, por lo que llegó a Argentina en 1870 y pasó a convertirse en sinónimo de música ciudadana y se convirtió en un instrumento nacional.
El saxofón fue inventado en 1846 por el belga Adolph Sax (1814 - 1894). Se lo utilizó en las bandas militares y luego en el jazz.
La batería se atribuye a alguien de Nueva Orleáns que la inventó hacia 1910, pero recién en 1950 toma las características actuales.
La primera caja de música se cree que fue realizada en Ginebra por el relojero Fabre en 1796, con un mecanismo de cilindro de clavijas. Su antecesor es el carrillón mecánico del siglo XIV.
Aunque se citan aquí algunos instrumentos musicales, innumerable es la lista de los mismos, pues el hombre ha creado según sus intereses y necesidades elementos que le servían de acompañamiento a sus músicas folklóricas, y cada pueblo aborigen, cada civilización, cada región, tiene sus propias creaciones en instrumentos musicales, acordes con los ritmos autóctonos.

La fotografía



El origen de la fotografía está ligado a los fenómenos ópticos y químicos, y surgió como un avance de la técnica.
El fenómeno óptico sobre el que se basa la fotografía fue conocido por Arquímedes, y había sido descripto por Leonardo Da Vinci. Si en una habitación totalmente a oscuras, se realiza un agujerito por el que pasa la luz, en la pared opuesta se forma una imagen invertida de la escena exterior.
Gerolamo Cardamo realizó en el siglo XVI el experimento con una caja con una pared de vidrio esmerilado en lugar de la habitación, y observó que la imagen era más nítida si se aumentaba la luz hacia los objetos. Juan Bautista Della Porta logró mejorar la visualización de la imagen introduciendo una lente en determinada posición en el agujero de la caja.. Recién en el siglo XIX se logró descubrir cómo fijar esa imagen que se reflejaba en la cámara oscura. Después de muchos experimentos, se reemplazó la pared de vidrio esmerilado por una hoja de papel impregnado en nitrato de plata, lo que constituyó una especie de primer negativo. Colaboraron en estos experimentos los descubrimientos sobre la sensibilidad de la luz del nitrato y el cloruro de plata, que era ya conocida antes de que los científicos británicos Thomas Wedgwood y Humphry Davy comenzaran sus experimentos, a finales del siglo XVIII, para obtener imágenes fotográficas; pero estas fotos no eran permanentes, y al exponerlas a la luz se ennegrecían.
Las primeras fotografías, llamadas heliografías, fueron hechas en 1827 por el físico francés Nicéphore Niépce. Unos años después el pintor francés Louis Jacques Mandé Daguerre realizó fotografías en planchas recubiertas con una capa sensible a la luz de yoduro de plata: el daguerrotipo. Ambos descubrieron que, haciendo pasar vapores de yodo sobre una placa de plata, se produce en esta última una capa de yoduro de plata que se ennegrece con la luz. Luego eran tratadas con vapores de mercurio que fijaban las imágenes. Pero se obtenía una imagen única en la plancha de plata por cada exposición.
En 1861, el físico británico James Clerk Maxwell logró exitosamente la primera fotografía en color mediante el procedimiento aditivo de color.
Pero la fijación de la imagen perdurable y resistente, flexible, liviana, se logró en 1869 con la invención del celuloide. Hacia fines del siglo XIX fueron fabricadas en escala comercial. La fotografía constituyó así el arte y la novedad de la burguesía de la época.
El invento de la película en rollo marcó el final de la era fotográfica primitiva y el comienzo de una etapa durante la cual aparecieron miles de fotógrafos aficionados que se interesaron en el nuevo invento.
En la primera década del siglo XX la fotografía comercial en blanco y negro fue creciendo rápidamente, y en 1907 se comenzaron a utilizar unas placas de cristal llamadas Autochromes Lumière en homenaje a sus creadores, los franceses Auguste y Louis Lumière. En esta época las fotografías en color se tomaban con cámaras de tres exposiciones.
Después se comenzó a utilizar en la imprenta para la ilustración de textos y revistas. Y también llegó la proliferación de este arte, oficio y profesión, pues era requerido por personajes de la política, la cultura y la vida mundana, que valoraban en la fotografía la posibilidad de permanecer para la posteridad, reflejada su imagen lo más cercana a la realidad; y así perpetuarse en el recuerdo de sus descendientes.
Y posteriormente, se abrió un nuevo campo comercial, el publicitario.
Alrededor de 1925 se utilizaban polvos finos de magnesio para lograr luz artificial. Pulverizados sobre un soporte que se prendía con un detonador, producían un destello de luz brillante y una nube de humo cáustico. A partir de 1930, la lámpara de flash sustituyó al polvo de magnesio como fuente de luz.
Pocos años después se popularizó aún más vertiginosamente la fotografía como profesión, hobby o afición y se generalizó el uso de la película en color, con la aparición de la Kodachrome en 1935 y de la Agfacolor en 1936, con las que se conseguían trasparencias o diapositivas en color y en 1941 la película Kodacolor. En 1947, la cámara Polaroid Land, perfeccionada por Edwin Herbert Land logra obtener fotos reveladas casi instantáneamente. Y a partir de la década del ' 60 se perfecciona el color, la velocidad, y comenzaron a utilizarse productos que abarataron su uso (cinc, sulfuro de cadmio y óxido de titanio) con el empleo de la película Itek RS. Esta técnica logra los fotopolímeros.
La fotografía se comienza a convertir en un arte, además de un excelente instrumento de documentación: es memoria y es visualización; es crónica, es reflejo de situaciones humanas y en ocasiones es poesía, luz y color, es mensaje expresivo e interpretativo.
Debido a estos atributos de la fotografía, se pueden clasificar las producciones en: comerciales, publicitarias, artísticas, de documentación social, manipuladas o retocadas, retratos, naturaleza, etc.
También el gran avance tecnológico del fin de siglo XX alcanzó e hizo evolucionar aún más esta invención, con la realización de imágenes digitales a partir de Cámaras Digitalizadoras para Computadoras, sin película y que envían directamente la fotografía a los ordenadores, a disquetes, a CD y a Internet, así como a todas sus aplicaciones derivadas.

El cinematógrafo


Aunque hubo intentos previos, como el estudio de cine de William Dickson en 1890, y una proyección cinematográfica del estadounidense Le Roy, en Nueva York en 1894, mostrando el kinetoscopio de Édison; recién el 13 de febrero de 1895 los hermanos Louis (1864 - 1948) y Auguste (1862 - 1954) Lumière registraron una patente de un aparato para obtener y ver pruebas cronofotográficas.
Terminando el siglo XIX, más exactamente un 28 de diciembre de 1895, en París, quienes paseaban por el Boulevard des Capucins, lejos estaban de saber que se encontraban ante un gran cambio en lo que respecta a los entretenimientos y el arte, cuando escucharon los gritos de alguien que invitaba a que vieran el gran invento de los hermanos Lumiére.
En un pequeño sótano y ante una treintena de personas que se animaron a entrar, vieron pasar en una pantalla blanca, las imágenes de "El jardinero regado"(L'arroseu arrosé), un brevísimo filme corto al que los periodistas no le prestaron mayor atención. Pero hubo un visionario que valoró la trascendencia del invento, Georges Méliès, quien en 1896 fundó la primera productora cinematográfica, la "Star films", y produjo a partir de esa fecha más de 4000 películas, consideradas hoy clásicos del cine, como "Viaje a la Luna" donde se ensayaron las posibilidades de trucos cinematográficos de la época.
Otro hito importante en este invento se produce en 1926, cuando la Warner Brother, ante la inminencia de una quiebra, decide lanzar la película sonora "El cantor de jazz". La realización del cine sonoro se basa en la transformación de las vibraciones acústicas en oscilaciones eléctricas, por medio de un micrófono. Estas oscilaciones eléctricas son transformadas en vibraciones luminosas que impresionan una banda lateral de las películas cinematográficas. Cuando ésta es iluminada por el proyector, la distinta opacidad de la banda hace llegar sobre una célula fotoeléctrica un haz luminoso de intensidad variable. La célula fotoeléctrica genera corrientes eléctricas variables, que son enviadas a un parlante que reproduce los sonidos registrados en la película. A partir del cine sonoro, éste cobró gran ímpetu, y necesitó de grandes inversiones, organización, tecnicidad en la iluminación, vestuario, escenografía, argumentación; y ya no sólo tiene una finalidad comercial, sino que el lenguaje cinematográfico representa un instrumento expresivo autónomo que tiene influencia sobre la novela y el teatro. Se especializan en las críticas periodísticas de estos espectáculos, en las técnicas de luz, sonido y efectos especiales... y hasta en la censura.
El cine vuelve a dar otro gran paso cuando aparece la película en colores y luego de varias pruebas, el cinemascope.
El cine tuvo gran influencia en la sociedad, enseñó a ver las cosas de otra manera, ha logrado desarrollar una percepción especial en el ser humano., ha educado la sensibilidad del ser humano a través de los ojos, se fue convirtiendo en un excelso instrumento expresivo, por lo que Ricciotto Canudo, en 1912, lo llamó "el séptimo arte"; aunque es una unión inseparable de arte e industria, es en sí un "producto" pero que si es de calidad, es "una obra de arte".

El reloj
Desde tiempos inmemoriales, el hombre quiso medir el paso del tiempo y conseguir un referente que le indicara los momentos en cada día.
Uno de los primeros conceptos que manejó el hombre primitivo fue la toma de conciencia de que era un ser con una duración limitada. Y la primera percepción de ese tiempo se la señalaba la salida y entrada del sol. Otro referente fue el cambio de estaciones y las migraciones de las aves. Y lo más palpable fue la observación de la misma vida del hombre, desde su nacimiento, su crecimiento y reproducción, su envejecimiento y muerte.
Todos estos detalles lo indujeron a tomar el tiempo en períodos: el más perceptible fue el día. Luego estudió la posición en un determinado lugar, del sol. O los trayectos que éste recorría.
Cuando se dispuso a medir ese tiempo, trató de hacerlo en medidas espaciales.
Fueron los babilónicos quienes comenzaron a usar las nociones de día, hora y año. Descubrieron que el año es el tiempo que tarda el sol en regresar al punto de partida en el cielo. Para determinar los meses usaron el calendario lunar que comenzaba el mes con luna llena.
Son numerosas las variedades de elementos y maquinarias que el hombre ha inventado para tratar de medir ese tiempo, desde los más rudimentarios y sencillos hasta los más complicados y sofisticados, realizados en una diversidad de materiales, desde la piedra hasta los más valiosos metales. Y con funcionamientos basados en elementos totalmente comunes como la arena, hasta los basados en el cuarzo o en la energía atómica.








CELEBRACION DEL CENTENARIO



Fotos actuales de antiguos alumnos:



















































Almadén 16 de enero de 2008.
El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, presidio el acto de conmemoración del primer centenario del Colegio Público Hijos de Obreros de Almadén, inaugurando el museo "Waldo Ferrer", fundador del colegio, en el cual se recrea una antigua aula y multitud de objetos, libros, recuerdos y fotografías.


En el acto Belinda (secretaria), leyó el acta de creación del colegio, construido por Minas de Almadén, para proporcionar formación a los niños y evitar que entrasen a trabajar a la mina antes de cumplir los 16 años.



El coro cantando canciones antiguas del colegio para amenizar el acto.






Dª Teresa Jugo, representando a los antiguos maestros, nos relató como fuerón sus años en el colegio y recibió un diploma como recuerdo.



Los antiguos alumnos, estuvieron representados en los de mayor edad, recibiendo un diploma como recuerdo de esta celebración.






Paula Gómez Cumplido, de 98 años, fué alumna al igual que su hijo, nietos y bisnieto, representando así cuatro generaciones de alumnos.






Despues de los actos oficiales, vino una gran tarta con 100 velas, para celebrar estos 100 años de educación.

La directora del colegio Ana Isabel Gallego-Preciados Algora partiendo la gran tarta, para todos los asistentes a la celebración.







El número 100, formado por los alumnos del centro en el patio del recreo, una imagén que representa y simboliza este centenario.

Carmen Calderón Alberola (antigua alumna).